jueves, 13 de agosto de 2009

DROGA

Una droga es toda materia prima de origen biológico que directa o indirectamente sirve para la elaboración de medicamentos, siendo el principio activo la sustancia responsable de la actividad farmacológica de la droga. La droga puede ser todo vegetal o animal entero, órgano o parte del mismo, o producto obtenido de ellos por diversos métodos que poseen una composición química o sustancias químicas que proporcionan una acción farmacológica útil en terapéutica.

Comúnmente se tiende a utilizar el término droga indistintamente para designar a ésta y a los términos principio activo, fármaco y medicamento debido a la traducción literal del término inglés drug, el cual no hace distinciones entre ellos.

A continuación se habla del término coloquial droga haciendo referencia a sustancias de abuso:

Condiciones para que una sustancia sea considerada "Droga"

Para que una droga sea considerada como tal ha de cumplir estas características:

  • Ser sustancias que introducidas en un organismo vivo son capaces de alterar o modificar una o varias funciones psíquicas de éste (carácter psicotrópico o psicoactivo).
  • Inducen a las personas que las toman a repetir su autoadministración por el placer que generan.
  • El cese en su consumo puede dar lugar a un gran malestar somático o psíquico (dependencia física o psicológica).

Clasificación

Las drogas han sido clasificadas según múltiples sistemas de categorización, predominando, en la actualidad, las clasificaciones en función de sus efectos farmacológicos. Entre los diferentes tipos de clasificación empleados a lo largo del tiempo destacan los siguientes:

Según los efectos producidos en el sistema nervioso central

La clasificación de las drogas según los efectos que producen a nivel del sistema nervioso central constituye el sistema de clasificación más aceptado en la actualidad (frente a la distinción entre drogas duras y blandas o legales e ilegales).

Según éste las distintas sustancias podrían clasificarse en una o varias (drogas mixtas) de las siguientes categorías:

Ejemplos de Clasificación de algunas Sustancias según sus Efectos sobre el Sistema Nervioso Central
Sustancias Depresoras del SNC Sustancias Estimulantes del SNC Alucinógenos
Alcohol Cocaína LSD
Opiáceos (Heroína, Morfina, etc.) Anfetaminas Psilocibina
Benzodiacepinas Nicotina Peyote
Barbitúricos Xantinas (Cafeína, Teína, etc.) Drogas de síntesis
Cannabis y derivados

Inhalantes

Según su nivel de adicción

Droga Potencial de adicción
1 Nicotina 100/100
2 Metanfetamina fumada 98.53/100
3 Crack 97.66/100
4 Metanfetamina inyectada 94.09/100
5 Valium (Diazepam) 85.68/100
6 Metacualona 83.38/100
7 Secobarbital 82.11/100
8 Alcohol 81.85/100
9 Heroína 81.80/100
10 Anfetamina vía Oral (Crank) 81.09/100
11 Cocaína 73.13/100
12 Cafeína 72.01/100
13 PCP (Fenciclidina) 55.69/100
14 Marihuana 21.16/100
15 Extasis 20.14/100
16 Setas alucinógenas 17.13/100
17 LSD 16.72/100
18 Mescalina 16.72/100
De esta lista al menos tres son de venta legal en las tiendas y son de uso corriente en la sociedad occidental: la nicotina del tabaco, el café y el alcohol. También se puede conseguir con receta: el Valium, donde curiosamente su alto poder de adicción contrasta con los estudios de quienes creen que es un placebo. La consideración legal de éstas es sin duda muy diferente de las del resto de la lista.

Drogas duras y blandas

El cannabis afecta casi todos los sistemas corporales. En él se combinan muchas de las propiedades del alcohol, los tranquilizantes, los opiáceos y los alucinógenos.[2]

La clasificación entre drogas duras y blandas es una forma poco precisa y arbitraria de designar a las drogas que en la actualidad se encuentra en desuso.

En su origen esta distinción pretendió servir para distinguir las drogas altamente adictivas que comportan serios daños a la salud (duras), de las poco adictivas, que no presentan un riesgo grave para quien las consume (blandas).

A pesar de ello esta distinción es aún empleada tanto en el discurso oficial como en el habla informal:

Curiosamente, algunas drogas blandas están prohibidas en la mayoría de los países, mientras que drogas duras pueden ser adquiridas (aunque con restricciones) en la mayor parte del mundo.

La distinción entre drogas duras y blandas es importante en la política de drogas de los Países Bajos, entre otros estados, donde ciertas drogas blandas gozan de la tolerancia oficial, aunque casi siempre están sujetas a restricciones en cuanto a su comercio, producción y consumo.

Drogas legales e ilegales

Consiste en la clasificación de las sustancias en función de las restricciones legales establecidas en cada estado particular respecto al consumo, producción y venta de las diferentes sustancias. Así, en la mayor parte de los países occidentales las drogas se clasifican según la normativa legal, del siguiente modo:

  • Drogas legales: alcohol, tabaco, psicofármacos, estimulantes menores y otras sustancias (heroína, metadona, etc.) bajo prescripción médica.
  • Drogas ilegales: son todas las que no forman parte del apartado anterior y a las que se accede a través del mercado negro (se incluiría aquí, por ejemplo, la metadona obtenida subrepticiamente aunque inicialmente haya sido dispensada a partir de vías legales): Derivados del cannabis, heroína, cocaína, etc.

Historia

Heroína comercializada por Bayer a finales del siglo XIX

Antes de las primeras civilizaciones ya hay pruebas de que el hombre, conocía los efectos de ciertas plantas como la adormidera del opio y las usaba. En todas las civilizaciones, desde la asiria hasta la actual del siglo XXI, el ser humano ha consumido todo tipo de drogas por distintos motivos, religiosos, rituales, medicinales, hábitos o costumbres, por distracción, hedonismo, etc.

En la cultura occidental la droga es considerada un tema tabú, pero sólo desde hace algo más de 80 años, que es cuando se dictaron las primeras leyes contra las diferentes drogas [cita requerida],. Un ejemplo de prohibicionismo es la conocida Ley seca, mediante la cual se llegó a prohibir el alcohol en los Estados Unidos. El experimento de la prohibición fracasó estrepitosamente y fue el origen del poder de ciertos grupos mafiosos que comenzaron traficando con esta droga, y cuando fue legalizada, cambiaron a otras que seguían prohibidas.

A pesar de ser las dos sustancias que más muertes provocan en las sociedades occidentales, alcohol y tabaco no tienen el mismo estigma que las restantes drogas, ya que son legales y su uso está aceptado socialmente y regulado por la administración.

Se cree que los ingresos totales que producen las ventas de estupefacientes tan solo en Estados Unidos ascienden a entre 60.000 millones y 120.000 millones de dólares. Si restamos unos 20.000 millones de dólares para gastos, eso deja un beneficio neto de entre 40.000 millones y 100.000 millones de dólares [cita requerida]. “El tráfico de drogas, que mueve unos 300.000 millones de dólares al año, es el mayor negocio del mundo”, dice la revista World Press Review [cita requerida]. Disponer de tanto dinero otorga un gran poder a los traficantes de drogas.

Tolerancia

El concepto de tolerancia hace referencia a la necesidad de incrementar la dosis consumida para alcanzar los efectos que anteriormente se conseguían con dosis menores. Según el individuo y tipo de droga obtenemos distintos tipos de tolerancia: Tolerancia cruzada, tolerancia inversa, tolerancia farmacocinética o metabólica y por último la tolerancia funcional, celular, tisular o farmacodinámica.

Dependencia

El concepto de drogodependencia hace referencia a la necesidad de consumir cierta sustancia para alcanzar ciertas sensaciones placenteras o bien eliminar sensaciones displacenteras derivadas de la deprivación de la sustancia (síndrome de abstinencia).

La dependencia de las drogas (o adicción) es el uso compulsivo de una sustancia a pesar de las consecuencias negativas, las cuales pueden ser severas; el abuso de las drogas es simplemente el uso excesivo de una droga o el uso para fines distintos a los propósitos médicos.

La dependencia física de una sustancia (necesitar una droga para desempeñarse) no es condición necesaria ni suficiente para definir la adicción. Hay algunas sustancias que no causan adicción, pero que sí provocan dependencia física (por ejemplo, algunos medicamentos para la presión sanguínea), y sustancias que causan adicción pero no la clásica dependencia física (por ejemplo, la abstinencia de la cocaína no trae síntomas como vómitos ni escalofríos; en cambio se caracteriza principalmente por la depresión).

Síndrome de abstinencia

El síndrome de abstinencia hace referencia al conjunto de reacciones físicas o corporales que ocurren cuando una persona dependiente de una sustancia cesa su consumo. Se conoce a nivel coloquial como mono.

La juventud y la drogadicción

El Office for National Statistics de Gran Bretaña indicó que en ese país “el 12% de los alumnos de entre 11 y 15 años había consumido drogas el pasado año [...]. El cannabis [marihuana] fue, con mucho, la más utilizada” y que “a más de un tercio de estos jóvenes (el 35%) les habían ofrecido una o varias clases de droga”.[3]

Un informe respaldado por la Unión Europea revela también que entre la gente joven “es cada vez más habitual beber hasta emborracharse”. El informe añade que el “alcoholismo tiene, a corto plazo, consecuencias nefastas, tales como accidentes, violencia y envenenamiento, así como problemas sociales y del desarrollo”. Un estudio realizado en Japón señala que “las drogas más utilizadas por los adolescentes del país son los disolventes orgánicos, que pueden inducir al uso de otras sustancias”.[3]

En vista de lo mencionado, el ex secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, declaró: “La droga está destruyendo a la sociedad, fomentando el delito, esparciendo enfermedades como el sida y acabando con nuestros jóvenes y nuestro futuro”. Con frecuencia, los toxicómanos se ven envueltos en el tráfico de estupefacientes y en asesinatos. Asimismo, son víctimas de la violencia o tienen relaciones sexuales de riesgo no planeadas. Un informe del gobierno de Estados Unidos señaló: “La drogadicción no es solo problema de los pobres, las minorías o los barrios bajos. [...] Afecta a personas de toda clase social y del país entero. Es un problema de todos”.[3]

Debate acerca de la legalización/ilegalización

Consumo de cannabis en la Unión Europea
Consumo de cocaína en la Unión Europea
Consumo de éxtasis en la Unión Europea

La legislación contemporánea, en el contexto de una guerra contra la droga considera ilícito el uso y el comercio extraterapéutico de psicofármacos que alteren la conciencia.

Las drogas están siendo un problema muy grave en los últimos años y numerosos son los países que tratan de afrontarlo mediante diferentes vías (campañas y operativos antidrogas y su tráfico, etc.).

Cada país establece algunas excepciones a esta regla. Por ejemplo, es habitual en Occidente que el uso y comercio del alcohol, el tabaco y los estimulantes cafeínicos sean legales fuera del ámbito de la medicina. En otros países, como Holanda, se permite el uso recreacional de la marihuana, los derivados del cáñamo y los hongos psicotrópicos. [cita requerida]

Cuando las sustancias son fabricadas y distribuídas dentro del ámbito farmacéutico pero son empleadas sin prescripción facultativa y con fines recreacionales, la ley considera que existe abuso. Para otros colectivos, en cambio, el abuso se produce cuando el consumidor daña su salud y su relación con su entorno.

En amplios sectores de la sociedad existe la idea de que el uso extramedicinal de psicofármacos es dañino. Sin embargo, en otros entornos se defiende de que ha de ser el individuo quien regule su conducta, y de que el Estado no tiene la legitimidad para dirigir su salud. Ambas posiciones son las que han venido enfrentándose, tradicionalmente, en el debate acerca de la legalización de las drogas.

Constantemente los sectores psicofarmacófilos de la sociedad descubren que ciertos fármacos -presentes sobre todo en plantas y medicamentos de farmacia- son susceptibles de uso recreacional; este descubrimiento y la consiguiente extensión de su uso conducen a una respuesta legistativa, aumentando el catálogo de sustancias prohibidas o sujetas a mecanismos estatales de control.

Entre las de uso recreacional más conocidas encontramos:

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